Y un día “el sueño continuó”
Las miradas se perdían en el pasado. La música recordaba viejas épocas. Rosario volvió a sentir la vibración, el amor, la emoción y la melodía que escuchó tantas veces hace 20 años. Es que este viernes Graffiti, una de las bandas locales más importantes de la historia rosarina volvió a tocar. Lágrimas, humor y música en una noche única.
La esquina de Sarmiento y Mendoza se vio llena de gente ayer por la noche y las puertas de la Sala Lavardén se estaban abriendo para un nuevo viejo show. Como pocas veces se vio, el lugar estaba colmado de personas que rondaban los 40 y tantos. Algunas cámaras en el techo, luces, sonido, una pantalla gigante sobre el telón. La ansiedad comenzaba a notarse.
Cuando el reloj casi marcaba las 22 del 28 de marzo de 2008, todo quedó a oscuras hasta que comenzó a verse un video con la historia de esta agrupación que hace tiempo marcó a los rosarinos. Con palabras del periodista Gustavo Lorenzatti, se rememoraron aquellos años felices. Después de varios minutos, se escucharon los primeros acordes y cuando se encendió el escenario y comenzó “Nadie más que yo”, las lágrimas también fueron cómplices del regreso de Graffiti.
La lista de temas fue extensa e incluso hubo dos bonus tracks. Durante casi dos horas de espectáculo musical, porque eso fue lo que se vio, se escucharon canciones como “Hay algún lugar”, “Todo por sentirse bien”, “Confesiones para Laura”, “Cansados”, “De a pedazos”, “No me importa” y “Recuerdo esa canción”, tema que hicieron dos veces y con el que la gente saltó, lloró y se puso de pie.
Eduardo Carbi (voz principal y batería), Ariel Pozzo (bajo), Ricardo Vilaseca (teclados) y Claudio Falzone (guitarra) más Gul Rodríguez (también batería) fueron los cómplices de tantos momentos, de tantos recuerdos de esas cientos de personas que presenciaron el regreso, quizás por única vez, de Graffiti. El humor de Carbi, presente durante todo el show, se hizo notorio en los pasajes que charlaba con el público mientras bromeaba con la caída del pelo, las panzas o la vista de “la monada”.
Después de rockanrrolear, de darse el gusto de un acústico sólo entre Eduardo Carbi y Claudio Falzone, la banda se despidió entre un aplauso interminable y un público con sed de más.
Y la puerta quedó abierta, las últimas palabras fueron: “Gracias por venir. Nos vemos en cualquier momento. El sueño continuó”.
2 comentarios:
Hola a todos...!!
Muy buena la nota..!! pero les aclaro que Ariel Pozzo toca la viola y Claudio el Bajo...
Simplemente queria decir que el show de Graffiti fue lo mas emocionante y profesional que he visto en mucho tiempo a nivel nacional, e internacional, y vi mucho...!!... son todos unos maestros.. y mas alla de lo tecnico, lo que transmiten en vivo es indescriptible... realmente...
Solo espero que vuelva Edu y que esta banda fantastica se escuche otra vez y no pare de sonar...
Vole Edu que hace falta mas alma y mas onda en esta ciudad...>!!!!
ESA NOCHE FUÉ INCREÍBLE,GRACIAS A TODO EL MUNDO,RADIOS,NOTEROS,GRACIAS POR ESTA NOTA,GUL RODRIGUEZ.
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